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| Francisco Vélez, Español Noveno y Décimo |
El magisterio es una carrera llena de sacrificios, un trabajo que se extiende más allá de un horario. Ser maestro requiere vocación y genuino interés por impactar de manera positiva la vida y pensamiento de cientos de personas que de alguna manera u otra, pasan por el aula. Al definir el significado de esta profesión, no puedo evitar pensar que enseñar es una manera de tocar el futuro. Ser maestro significa tener la oportunidad de ayudar a formar a los líderes de un pueblo. Visto de este modo, implica una gran responsabilidad. No obstante, existen grandes satisfacciones que con la responsabilidad se ganan. Muy pocas cosas son tan satisfactorias como ver el progreso de un niño o un joven a quien con paciencia motivaste a seguir adelante y dar lo mejor de sí. En mi experiencia, he tenido la bendición de interactuar con mis alumnos en múltiples roles, no solo como maestro de español, sino como moderador del Consejo de Estudiantes y del Club de Oratoria. Es en la interacción con los jóvenes que vemos materializada la gran oportunidad de ser alguien importante en sus vidas, de sentir que modelamos con nuestro ejemplo para construir un mejor mañana.
